La Pascua: Liberación Profética
- Distingue las estrategias antiguas de Satanás para mantener al Pueblo de Dios bajo su dominio.-
Dr. Johel LaFaurie
Serie: Las Fiestas de Israel - Parte 4 / Noviembre 8, 1998
“Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.” Galatas 5:1
Algunos cristianos cuando piensan acerca del Antiguo Testamento lo primero que se viene a la mente es la Ley y cuando piensan acerca del Nuevo Testamento es en termino de la Gracia, pero esto no es necesariamente cierto. Si leemos el Antiguo Testamento con un corazón del Nuevo Pacto podremos ver a Cristo, quien es el Dios Justo. Podremos ver, entonces, en los libros mosaicos, en los profetas, y en los Salmos la gloriosa y verdadera revelación del Salvador y Señor.
El Señor Jesús dijo, “No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley, hasta que toda se cumpla” (Mateo 5:17-18).
Uno de los propósitos principales de la Ley era dar un bosquejo profético del Mesías que iba a venir y el plan de Dios a través de la historia. Es en este sentido que la Ley como profecía no pasara hasta que la profecía se cumpla. Hemos visto ilustraciones sorprendentes de las profecías de la Ley siendo cumplidas y habiendo pasado a la historia. Por ejemplo, después que Jesús fue crucificado, los sacrificios típicos de la Ley de las cuales se hablaba pasaron y nunca más se celebraron. Cuando la iglesia nació, es decir el templo espiritual de Dios, el templo físico también pasó un poco después. Debemos ver la Ley mucho más que simple mandamientos sino mas bien verla como un bosquejo profético de la historia, la letra mas pequeña siendo cumplida.
Pablo le dijo a los Corintios acerca del Éxodo de Israel de Egipto, “Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos” (1Corintios 10:11). Hay mucho que aprender del estudio de la experiencia de Israel el cual es crucial para la iglesia que vera el final de esta era. Esta enseñanza se necesita en la iglesia para poder cumplir con el mandato que se le ha dado de ser luz y sal en esta hora.
La primera pascua cuando salió Israel fuera de la esclavitud de Egipto es un bosquejo profético de como la cruz iba a liberar a la iglesia del poder y esclavitud del maligno. De igual manera, la travesía de Israel por el desierto durante 40 años es un bosquejo profético maravilloso para la iglesia de hoy. Nos muestra el peregrinaje del creyente rumbo a la tierra prometida. Los principios aquí encontrados pueden aplicar a un individuo, a una iglesia local o al cuerpo internacional de Cristo.
La Pascua: El Sacrificio Perfecto
“Limpiad la levadura vieja para que seáis masa nueva, así como lo sois, sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ya ha sido sacrificado.” I Corintios 5:7
Fue el sacrificio de la Pascua que libró a Israel de el poder de Faraón para que su gente nunca mas sirviera a Egipto. Fue la cruz, el tipo profético de la pascua, la que nos liberó del poder de Satanás y la esclavitud de la corrupción de este mundo. El darnos cuenta de esto, hace que Satanás cruja contra aquellos que voltean a ver la cruz, así como Faraón hizo contra Israel cuando vio que él estaba perdiendo poder sobre ellos. Cómo la Pascua fue tipo de la liberación, la cruz trae juicio sobre la maldad de este mundo, pero libra a aquellos que la abrazan.
Desde Caín y Abel, el sacrificio ha sido un punto principal de conflicto entre dos semillas, las cuales representan las dos naturalezas del hombre - carnal y espiritual. Satanás no se atemoriza si nosotros abrazamos doctrinas o instituciones cristianas, es mas él nos anima a hacerlo. Él sabe que lo bueno del Árbol del Conocimiento es tan mortal como la maldad en si, y mucho más engañador. La bondad humana esta cara a cara compitiendo con la cruz, y es usada como una compensación para nuestra salvación. La bondad humana nos da los medios para pensar y presumir si hacemos mas cosas “buenas” que malas seremos aceptables ante el Padre, de tal manera que nos ponemos en una posición más elevada que el que necesita el sacrificio de Su Hijo. Satanás nos puede animar también para que abracemos cualquier cosa religiosa con tal que no nos acerquemos a la cruz. Cuando nosotros nos volteamos hacia la cruz, el poder de Satanás sobre nosotros esta completamente roto; en ese momento nosotros marchamos fuera de su dominio hacia una libertad gloriosa del Espíritu - una relación con nuestro Padre. Una de las oposiciones mas grandes de que uno pueda abrazar la cruz y la verdadera libertad del Espíritu es el ser una persona religiosa. Esta batalla comenzó con los dos primeros hermanos, Caín y Abel, y aun se da en este día.
Caín es el tipo del hombre religioso, quien ofreció un sacrificio de grano, fruto de su propio trabajo. La tierra había sido maldita por la caída, y ahora la tierra traía fruto “con el sudor de la frente”. Eso fue lo que Caín ofreció - el fruto de su propio esfuerzo. Abel es el tipo de aquellos que buscan la aceptación de Dios a través del sacrificio con sangre; Abel ofreció lo que Dios mismo proveyó, un cordero. La ofrenda de Caín fue rechazada por Dios, pero la de Abel fue aceptada. Así como la ofrenda de Abel encolerizo a Caín hasta el punto de producir un crimen, así todo aquel que quiera vivir una vida justa y santa a través de la provisión y verdad divina, ofenderá a aquellos que tratan de vivir en sus esfuerzos, y a todos aquellos que ofrecen a Dios ofrenda con su propia fuerza. Caín mató a Abel por este odio. Este era un hecho profético ya que los que se llamaban justos eran quienes iban a perseguir y matar a Jesús.
La cruz siempre será uno de los enemigos mas grande para el hombre religioso, y el hombre religioso siempre será el mas grande enemigo de la cruz. No eran los poseídos por demonios quienes persiguieron a Jesús; ellos doblaron rodillas y se sometieron a Él. Eran los religiosos, morales y ciudadanos conservativos quienes crucificaron a Jesús, y estos son los que se levantaran contra cualquiera que predique el mensaje de la cruz. Las persecuciones más grandes contra la verdadera fe siempre vendrá de aquellos quienes han sido cambiados solamente en sus mentes pero no en su corazón. Estos son lo que en verdad viven de el fruto de el Arbol de el Conocimiento del Bien y el Mal en lugar de el fruto d el Árbol de Vida. Su devoción verdadera es tener una comprensión intelectual de doctrinas en lugar de vivir en una relación con Dios y cumplir con Su Voluntad. Jesús advirtió, “No todo el que me dice: "Señor, Señor", entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Solo sabremos la verdadera doctrina si estimamos hacer Su Voluntad más que saber solamente la doctrina. Como Jesús explica: “Si alguien quiere hacer la voluntad de Dios, sabrá si mi enseñanza es de Dios o si hablo de mí mismo” (Juan 7:17).
Una persona puede desear la verdad por muchas diferentes razones, algunas pueden ser malvadas como es el orgullo, la auto-justificación o aun el temor. Solamente aquellos que aman la verdad no serán engañados en el día malo. Aquellos que aman la verdad quieren que sus doctrinas sean exactas y puras y solo tendremos doctrinas puras y exactas si amamos al Dios de la Verdad mas que las verdades de Dios. No es saber el libro de Dios que da vida, sino conocer al Dios del libro (la Biblia). Si nosotros amamos a la Verdad Misma (Jesús) más de lo que amamos las verdades individuales, amaremos esas verdades si estimamos al que las hizo. No es asunto de tener una o la otra, sino tener ambas en el orden correcto.
Satanás a menudo viene como “un ángel de luz”, o mensajero de la verdad, porque es una de sus estrategias mas efectivas para mantener a la gente en esclavitud. Es por esta razón que el Señor NO dice que podremos reconocer a aquellos que son de Él al ver cuan exactas son sus doctrinas, o los milagros que ellos hagan, pero mas bien por su FRUTO. Satanás sabe y puede decir de memoria párrafos bíblicos tan bien como cualquier cristiano, y así como puede ser un impostor de los dones del Espíritu, pero lo que no puede imitar es el Fruto del Espíritu, el carácter y naturaleza de Jesús. El fruto del Espíritu siempre vendrá del Arbol de Vida, el cual es Jesús. Cuando Satanás usa la Escritura es para que seamos participantes del mismo fruto el cual el ha usado para hacer caer al hombre - el fruto de árbol del Conocimiento del bien y el Mal.
Eva no fue tentada por lo malo de este árbol, sino por lo bueno; ella fue tentada porque deseaba sabiduría. Si Satanás no nos puede seducir con el pecado, él tratará de seducirnos a través de la sabiduría y el conocimiento el cual nos lleva a un estado de auto-justificación y auto-promoción porque ha nacido de una raíz de auto-busqueda y no de obediencia.
El Señor quiere que tengamos sabiduría y conocimiento, pero debe ser motivada al buscar la gloria y propósito de Dios, pero no nuestras propias metas, para que sea del árbol que da vida. Es por eso que se nos exhorta a “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que maneja con precisión la palabra de verdad” (II Timoteo 2:15). Si estamos estudiando para adquirir sabiduría y conocimiento de tal manera que seamos predicadores exitosos, y probar nuestras doctrinas, o por cualquiera razón además de la simple devoción a Dios, entonces estamos siendo engañados por la sabiduría y el conocimiento. Como Jesús explicó: “Examináis las Escrituras, porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan 5:39). La verdadera vida viene de las Escrituras cuando ellas nos guían a la Verdad Misma (Jesús), no solamente a las verdades, aun las verdades exactas. Un cristianismo verdadero no es encontrar doctrinas correctas, sino que nuestra relación sea correcta con Cristo. Nosotros comenzamos esta relación cuando somos participantes de la verdadera Pascua, la cruz. La estrategia de Satanás es usar cualquier cosa que nos acerca a ella. La Verdad nos lleva a la Cruz, entonces Satanás usara la Verdad para separarnos de la Cruz. La estrategia de Faraón de mantener al pueblo de Israel en esclavitud es un paralelo de la estrategia que Satanás aun usa para mantener a los hombres bajo control y lejos de la cruz.
La Estrategia de Faraón
Tan pronto Moisés proclamó libertad a Israel por la palabra del Señor, Faraón le dio instrucciones a sus hombres para que: “Recárguese el trabajo sobre estos hombres, para que estén ocupados en él y no presten atención a palabras falsas” (Exodo 5:9). La estrategia de Faraón era hacer que las cargas del pueblo de Dios fueran más pesadas de tal manera que ellos pensaran que las promesas de Dios eran “palabras falsas”. Satanás hace lo mismo con nosotros; justo antes de que vayamos a ser librados por el Poder de Dios, él pone cargas sobre nosotros para que creamos que la Palabra de Dios es mentira. Esta estrategia contra Israel comenzó a trabajar, causando en ellos duda y desanimo. El traer DESANIMO es la primera prioridad de Satanás. Si no somos ignorantes de las trampas del enemigo y nos preparamos más bien para ellas, entonces podremos combatirlas así como lo hizo Moisés. Si Dios nos da una promesa, por ejemplo de sanidad. Satanás inmediatamente tratará de hacernos sentir peor, haciendo que nos voltiemos de la promesa de Dios y permitiéndonos que nos desanimemos para pensar que la Palabra de Dios es falsa.
Después de que Moisés y el pueblo permanecieron determinados, la próxima estrategia de Satanás fue copiar los milagros de Dios. Si la primera táctica no trabajaba, Satanás entonces tratará de hacernos pensar que no hay nada especial o único acerca de los que Dios ha prometido, y que el Poder de Dios no es más grande que él. Esto trae desorientación. La DESORIENTACIÓN es la siguiente táctica de Satanás después de que el exitosamente ha sembrado desanimo.
Debido a que Moisés permaneció determinado, la próxima táctica de Faraón fue aun mas cruel, él les dijo “… Id, ofreced sacrificio a vuestro Dios dentro del país” (Exodo 8:25). Cuando Satanás ve que somos determinados a servir a Dios, él tratará de hacernos pensar que podemos servir a Dios aun quedándonos bajo esclavitud a las cosas de este mundo. Esto produce en el creyente mantener una vida de pecado y aun pretender creer que es un verdadero discípulo. Muchos creyentes han caído en esta trampa y sus vidas están tan envueltas en el mundo y la carnalidad que sus estándares de moralidad y santidad son muy mediocres. Moisés no fue engañado, ni tampoco lo debemos ser nosotros a esta falacia. Después del DESANIMO y la DESORIENTACION, la siguiente táctica es el COMPROMISO.
Cuando esta táctica falló la próxima estrategia de Faraón fue el permitirles que se vayan, pero no muy lejos. “Y Faraón dijo: Os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificio al Señor vuestro Dios en el desierto, sólo que no vayáis muy lejos. Orad por mí” (Exodo 8:28). Este era un intento de Satanás para hacer que Israel PIERDA LA VISION de la tierra Prometida. Esta estrategia ha sido la más efectiva en muchos cristianos. Cuando perdemos la visión simplemente permaneceremos dando vueltas en el desierto, haciendo de nosotros una presa fácil para que nos vuelvan a esclavizar. El llamado a Israel no solo fue salir de Egipto, pero ir a la Tierra Prometida. Debemos permanecer en la visión de Dios, en el propósito de Dios y que no seamos distraídos por un propósito menor que este.
Cuando Moisés permaneció firme al llamado y a la visión de Dios, Faraón cedió un poco pero trató una vez más de comprometerlos cuanto él pudiera. Él sabía que si ellos se comprometían en alguna área el podría reganar dominio sobre ellos. Él les dijo que ellos podían ir tan lejos como ellos quisieran pero la única condición era: “Entonces llamó Faraón a Moisés, y dijo: Id, servid al Señor; sólo que vuestras ovejas y vuestras vacadas queden aquí. Aun vuestros pequeños pueden ir con vosotros” (Exodo 10:24). Esto fue otro truco diabólico que les trató tender Faraón. Cuando Satanás ve que nosotros estamos sinceramente determinados para “ir hasta el final con Jesús” el entonces tratara de hacer que dejemos algo atrás. Satanás entiende muy bien que “Donde tu tesoro esta allí también esta tu corazón.” El comprometernos se puede también traducir como DERROTA para el pueblo de Dios. No debemos ceder nuestra determinación para ser completamente libres del dominio de Satanás sobre cualquier cosa que sea nuestra, y respondamos como lo hizo Moisés, “Por tanto, también nuestros ganados irán con nosotros; NI UNA PEZUÑA QUEDARÁ ATRÁS” (Exodo 10:26).
En esta ilustración de Moisés y Faraón tenemos un claro ejemplo de las estrategias antiguas de Satanás para mantener al Pueblo de Dios bajo su dominio y evitar no cumplir con el propósito de Dios. Su primera meta es causar DEPRESION, lo cual nos lleva a la DESORIENTACION, luego a la PERDIDA DE VISION, lo cual nos lleva al COMPROMISO, y esta última nos trae DERROTA. Aun con la derrota de Faraón, el no se dió por vencido, y nosotros no debemos esperar que Satanás nos suelte de su voluntad. Israel no fue libre por el dictado de Faraón, es mas él dijo déjenlos ir. Israel fue solamente libre por el Poder de Dios. Su poder trae destrucción a todo el dominio de Faraón y le da los tesoros de Egipto en las manos de Su Pueblo. Nosotros también debemos entender que no estamos libres por el permiso de Satanás, o por nuestra propia firmeza, sino solamente por el Poder de Dios. Nosotros también podemos derrotar el dominio de Satanás sobre nuestras vidas, familias, e Iglesia cuando somos participantes de la Verdadera Pascua, el sacrificio de El Cordero, sin ningún compromiso con el pecado. Hagamos caminos rectos para nuestros pies, sin voltear a la derecha o a la izquierda, sin ningún compromiso a pesar de cuan razonable sea la proposición. De esta manera permaneceremos en el lugar donde el poder de la cruz puede trabajar para darnos libertad, como también pueda traer juicio sobre el dominio del malvado.
“Andad como hombres libres, pero no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.”
- I Pedro 2:16
